Introducción:
A medida que vamos madurando espiritualmente y fortaleciendo nuestra doble condición de: ‘Discípulos y Misioneros de Cristo’ es necesario, que vayamos abordando temas cada vez más comprometidos. Escuchar las mismas cosas que los primeros discípulos escucharon y obrar en consecuencia.
Dentro de las advertencias que el Señor nos hace, hay una, en la cual pone mucho énfasis, y la encontramos en Lucas 17:1-2:
‘Dijo Jesús a sus discípulos: "Es imposible que no haya escándalos y caídas, pero ¡pobre del que hace caer a los demás!" Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños’
Pidámosle discernimiento al Espíritu Santo, y humildad para entender lo que el Señor nos quiere decir en este pasaje.
Desarrollo
Definamos ‘Escándalo’ con la ayuda del Catecismo:
2284 El escándalo es la actitud o el comportamiento que llevan a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave, si por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.
Cita ejemplos de la vida diaria:
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¿Puede el escándalo ser agravado por alguna condición en particular?
2285 El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o de la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: "al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt 18,6; cf 1 Co 8,10–13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a los otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7,15).
Cita ejemplos
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¿Puede la ley o las costumbres del hombre ser causa de escándalo?
2286 El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión. Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a "condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos" (Pío XII, discurso 1 Junio 1941). Lo mismo ha de decirse de los empresarios que imponen procedimientos que incitan al fraude, de los educadores que "exasperan" a sus alumnos (cf Ef 6,4; Col 3,21), o los que, manipulando la opinión pública, la desvían de los valores morales.
2287 El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastran a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. "Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!" (Lc 17,1).
Cita ejemplos:
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Aplicación
Una vez más, habremos de crecer, en la medida que nos examinemos con afán crítico para ‘querer ver’ lo malo que está ocurriendo con nosotros y necesita ser cambiado. Habremos de madurar en la medida de que no terminemos esta reflexión diciendo - qué suerte que yo no soy así - . Porque si nos analizamos con humildad y con verdadero propósito de ser ‘LOS AGENTES DE CAMBIO’ que Jesús está formando en nosotros, sin duda vamos a estar en falta. Pero si miramos para el costado, vamos a entrar en aquel grupo de los que Cristo decía, ‘porque teniendo oídos no oyen’.
Recuerda, ‘El escándalo constituye una falta grave, si por acción u omisión’ es decir, no alcanza con poner cara de ‘yo no fui’, muchas veces ha de ser necesaria la acción. Jesús nos ordena: Mat 10:27 ‘Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas’
- Que si haces entrar en ira a otro en una discusión, estás escandalizando.
- Que si prestas tus oídos cuando alguien está juzgando a un tercero (chusmeando), estás escandalizando.
- Que cuando te enganchas en la corriente de la moda, de llamar ‘bien’ a lo que Dios dice que está mal, estás escandalizando.
- Que cuando le llamas ‘derechos’ a lo que el Señor le llama ‘pecados’ estás escandalizando.
- Que cuando invitas a tu hermano, a compartir: pornografía, o espectáculos que exalten; el adulterio, la drogadicción, la violencia, la venganza, la falta de pudor, la homosexualidad, el erotismo por sí mismo, cuando lo estés invitando a ser un ‘poquito transgresor’ estás escandalizando.
- Que cuando accedes en tu empleo, a la estafa, la corrupción, las prácticas desleales, el ventajismo, y lo haces, sin por lo menos, expresar tu disconformidad, estás escandalizando.
- Que cuando accedes a que tu partido político o tu grupo social o gremial o cualquier otro grupo al que pertenezcas, fomenten, impulsen o induzcan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a "condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos", y lo haces sin decir que está mal, gritándolo desde las azoteas de las casas, entonces: estás escandalizando.
Sin duda, si alguno de nosotros está libre en parte o en todo de los factores citados y cualquiera de los que tú hayas agregado a la lista.
Lo importante es saber cuán lejos estamos del camino y buscar afanosamente, recuperar el paso y encontrar la dirección correcta. En oración pregúntale ¿Qué debo hacer Señor?
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