sábado, 23 de agosto de 2008

El Discípulo, un pastor

Introducción:
En la vida de un discípulo de Cristo, siempre debe estar activa alguna de estas acciones:
GANAR – FORMAR – ENVIAR, cuando no las tres al mismo tiempo.
GANAR: Almas para Cristo – yendo a buscarlas donde el Señor nos indique. (‘vayan y hagan más discípulos míos’…)


FORMAR: Transmitirles lo que hemos aprendido de nuestro Maestro, capacitarles (…’Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado’)


ENVIAR: Motivar a quienes han sido ganados para Cristo y formados en sus enseñanzas para que a su vez ellos vayan por otros, y el ciclo vuelva a comenzar, sin que nunca finalice.
Cuando esa tarea, se detiene, cuando el discípulo se descansa, hacemos que Papito Dios se enoje, y tenga que tomar Él mismo la iniciativa, hacer nuestro trabajo.
Desarrollo
Con mucha humildad y responsabilidad, pidámosle discernimiento al Espíritu Santo, para que nos ayude a reflexionar sobre la siguiente amonestación, que el calendario litúrgico nos ha propuesto para el miércoles 20 agosto 2008: Libro de Ezequiel 34,1-11
Lee la Palabra, déjate interpelar por ella y ve si en tu corazón se siente ardor, luego continúa:
Nos tomaremos la libertad de sustituir parte del texto, para adaptarlo a nuestra actualidad y circunstancias, para no equivocarnos y pensar que esto no es para nosotros, que se refiere a líderes muy encumbrados.
Lejos de eso, cualquiera que haya recibido la gracia de Dios, es responsable por la vida de aquellos que habiéndoseles sido ofrecida, no la entendieron y la dejaron pasar.
2 «Hijo de hombre, predícale a los discípulos. Predica y dales este mensaje a los discípulos. Así dice el Señor Dios: “¡Oigan, discípulos, que sólo se han estado cuidando a sí mismos! ¿No se supone que los discípulos cuidan el rebaño?

3 ¡Ustedes se sirven de las bendiciones de ser discípulo, pero no cuidan el rebaño!

4 No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la que está herida. No van a traer a la que se descarría ni buscan a las perdidas, ¡sino que abusan de su condición y las critican!

5 Las han dispersado sin guías así que ellas se han convertido en presa del pecado y la corrupción.

6 Mis ovejas andan descarriadas por el mundo. Han sido dispersadas por toda la faz de la tierra, y nadie las ha ido a buscar.

7 »”Así que, discípulos, escuchen este mensaje del Señor:

8 Juro por mí mismo que ustedes, discípulos, serán castigados por haber tomado el discipulado para satisfacción personal, por dejarlas sin guía a merced del pecado y la corrupción, por ni siquiera haber tratado de ir a buscarlas, por ignorarlas y por cuidarse sólo a sí mismos.

9 Por lo tanto, discípulos, escuchen este mensaje.

10 Así dice el Señor Dios: ¡Miren, estoy contra esos discípulos y les demandaré mis ovejas! ¡Los echaré, no los dejaré guiar mis ovejas nunca más! Rescataré mis ovejas de sus fauces, y los discípulos ya no se beneficiarán de serlo”.

11 »Porque así dice el Señor Dios: “¡Yo mismo iré a buscar a mis ovejas!

Aplicación
¿Ahora sí te ardió el corazón? Es natural, para eso has sido convocado por la gracia divina y del mismo modo que recibiste debes dar.
Cada cual a su medida, cada cual en su lugar, cada cual sembrando en la parcela que le ha tocado, sirviendo con alegría.
Dice Pedro en su primera epístola universal: Cada uno de ustedes recibió un don espiritual que debe ser utilizado para servir a los demás. Así serán buenos administradores del generoso amor que Dios les ha dado en tantas formas. 1Pe 4:10


En esto no hay medias tintas, o se es pastor o se es oveja – descartando por supuesto que se sea lobo. Pero si estás leyendo esto, no te engañes, eres pastor.
En la amonestación que el Señor nos hace a través de su profeta Ezequiel, ni siquiera nos está hablando de nuevas ovejas, ni siquiera nos está proponiendo el reto de la evangelización, nos está hablando de quienes formaron parte de su Iglesia y se han dispersado.
Nos está hablando de las ovejas que tuvo que quitar del rebaño católico para llevarlas al rebaño evangélico. Nos está hablando de las ovejas que fueron capturadas por las sectas y de aquellas que se escaparon del redil y andan errantes en el valle de la nada espiritual.
Sin duda, conoces muchas de esas personas. En oración pídele ¿Qué debo hacer Señor? para irlas a buscar, para ayudarlas a volver, para fortalecer a la oveja débil en su voluntad, cuidar de la enferma de pecado, curar a la que está herida de desesperanza.
Que la Misericordia te lleve por aquellas, que impacientes, dejaron de luchar porque no pudieron esperar los tiempos de Dios y se sintieron defraudadas por el milagro que no llegó en el momento exigido.
Pero que te lleve aún más por aquellas otras, que luego de encontrar lo que buscaban, se fueron satisfechas, sin siquiera dar las gracias.
Cristo, el Buen Pastor, guiará tus pasos, no temas ni desmayes.

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