Se nos
pidió definir qué es una comunidad y nos pareció oportuno tomar como base la
definición que nuestro propio pastor, el padre Julio C. Elizaga, hace de la
misma.[1]
Una comunidad cristiana, es una agrupación estable, orgánica y
fraternal de personas centradas en Cristo y llenas del Espíritu Santo y bajo la
guía de su Pastor, que se sienten responsables unos de otros, compartiendo lo
que son y lo que tienen, para ser testigos de Cristo, personal y comunitariamente,
instaurando el reinado de Cristo en cada corazón y en todos los corazones,
acelerando la gloriosa venida del Señor.
ESTABLE: Decisión explícita de pertenecer al grupo.Reconocimiento y aceptación
por todos los demás miembros.Fidelidad a la comunidad en la prosperidad
y en la adversidad. Reuniones semanales con participación activa de todos.
ORGANICA: Cuerpo
bien articulado con funciones diferentes pero complementarias. Reconociendo,
aceptando y promoviendo todos, el lugar y la función de cada uno de los
miembros dentro de la comunidad. Sintiéndose parte de un mismo cuerpo
cooperando para el bien del todo.
FRATERNAL: Hijos de un mismo Padre por la vida en Jesús que los hace miembros de
la familia de Dios y movidos por el mismo Espíritu.
CENTRADAS EN CRISTO: Personas
realmente convertidas al Señor, con un corazón nuevo y un espíritu nuevo y
consiguientemente con una nueva escala de valores para descubrir y crear un
nuevo orden humano. Encuentro personal de Cristo como Señor y Salvador con conocimiento
experimental y comunicación permanente con el Señor. Se reúnen para escuchar su
Palabra, orar juntos al Padre en su nombre y celebrar la Eucaristía.
LLENOS DEL
ESPIRITU SANTO: Que han recibido la efusión del
Espíritu Santo que congrega y forma la comunidad y le da vida y crecimiento. Que
caminan juntos en el Espíritu dejándose iluminar, enseñar y conducir por El. Abiertos
a las manifestaciones, carismas y ministerios para edificar el Cuerpo de
Cristo.
BAJO LA GULA DE SU
PASTOR: Siguiendo la orientación del Pastor puesto por
el Espíritu Santo para apacentar a la Comunidad". Hechos 20, 28 Con el
ministerio de organizar a los miembros para la edificación del Cuerpo de
Cristo.
RESPONSABLES UNOS
DE OTROS: Sufriendo y alegrándose juntos. Con
intereses y comunión que va más allá de las reuniones. Dando y recibiendo
apoyo. Cada uno acepta la responsabilidad del otro y comparte su propio ser.
EDIFICANDOSE
MUTUAMENTE: Exhortación
mutua, corrección fraterna, búsqueda en común de la voluntad de Dios para cada
uno y para el grupo. Impulso para servir a otros. Dando testimonio unos a otros
de lo que el Señor está haciendo en ellos y por medio de ellos, manifestándose
así la gloria de Dios. Impulsarse mutuamente para la evangelización y el
servicio.
COMPARTIENDO LO QUE SON Y LO QUE TIENEN: Poniendo al servicio de los demás, todos sus talentos, carismas,
conocimientos y experiencias. Una sola alma y un solo corazón, con apertura y
trasvase de todas sus riquezas. Reflexión y planificación para el servicio y la
evangelización. Algunas comidas todos juntos, algunos trabajos, estudios, y
esparcimientos en común. Cada uno contribuye según su capacidad y se da a cada
uno según sus necesidades. Apertura, intercambio y servicio con otras
comunidades y con grupos más amplios. Y TODO para ser Testigos de Jesús,
personal y comunitariamente, instaurando el reinado de Cristo en cada corazón y
en todos los corazones, acelerando así la gloriosa venida del Señor.
COMUNIDAD Y EVANGELIZACION
Si la Comunidad cristiana es de la esencia del
cristianismo, la evangelización es de la esencia de la comunidad cristiana.
La evangelización es tanto un efecto de una vida cristiana saludable, como una
causa de salud.
En el plan de Dios, la vida de amor y de unidad de las
comunidades cristianas concretas, está destinada a atraer hombres y mujeres a
la fe en Dios y en Jesús como el Salvador enviado que ama a los hombres.
La vida que se lleva y la palabra que se explica, la
predicación, obran juntamente para atraer hombres a la fe.
En el plan de salvación de Dios cuenta con que hayan cristianos
unidos visiblemente en comunidades cristianas, que muestren con sus vidas la
realidad del amor de Dios en medio de ellos, que muestren la verdadera
identidad de Jesús como el Salvador de Dios para todos los hombres.
El contexto para la evangelización es la vida comunitaria
a nivel local. Si no podemos decir: Miren aquí hay una comunidad donde se vive
la vida cristiana, nuestras palabras y nuestra evangelización son huecas y vacías.
La gente ya ha oído muchas teorías y lo que necesitan
ver es una demostración. Necesitan ver realmente la vida en el Reino de Dios,
donde hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, ricos y pobres, se relacionan con
amor porque están centrados en Cristo Jesús.
Por eso dijo Jesús:
"Te pido Padre que todos ellos estén
completamente unidos; que sean una sola cosa como Tu Padre está en míy Yo estoy
en Tí, que todos sean uno, para que el mundo crea que Tú me enviaste". Juan 17.21
El pedido de Jesús de que todos seamos uno es,
"para que el mundo crea". La total unidad de nosotros los cristianos
es una necesidad.
Para que el mundo pueda ver lo que Dios realmente es,
necesitamos vivir su vida, una vida de amor, de unión, de servicio y de
compromiso.
La clave
para llevar el mundo a Dios, es nuestra unión con Cristo y con los demás. El mundo
necesita ver la totalidad de Dios y Dios quiere revelar esta totalidad a través
de nosotros su pueblo cristiano. Nos dice Mons. Parteli:
"Así nuestra acción pastoral, estará articulada
de manera orgánica bajo la guía del Pastor, con la participación de todos sus
miembros activos para Pensar en Común, para Vivir en Común y para Actuar
Solidariamente, en ámbitos diferentes, con una única mira, con un gran espíritu
de corresponsabilidad y con una entrega
total a la causa abrazada: Instaurar el reinado de Cristo en cada corazón y en
todos los corazones que, juntos hacen la familia humana y el clima que ella
respira".
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