En la reunión pasada leíamos la ilustración de nuestro Papa, refiriéndose a Cuaresma: ‘…consiste no tanto en una ley que cumplir sino en la persona de Cristo, a quien hay que encontrar, conocer y seguir".
Muchos hermanos se han ido quedando a la vera del camino, y otros tantos siguen su andar sólo por inercia. Se les ve desganados, confusos, desesperanzados, por no llegar a entender esta diferencia.
Viven su vida cristiana preguntándose ¿qué tengo que hacer? y muy pocas veces se detienen a pensar ¿para qué tengo que hacerlo?, no evolucionan quedándose con la primera interrogante, que es muy válida y necesaria, pero no puede ser una duda permanente.
Objetivo de la reunión:
· Descubrir la diferencia entre cumplir preceptos y vivir la vida que Jesús nos propone.
· Discernir cuál es el tipo de discipulado que el Maestro nos plantea.
· Identificar cuál es mi relación con Cristo actualmente, soy su escucha o su discípulo.
· Soy sólo alguien que cree en Él, o soy alguien que cree, que lo que me propone, como forma de vida, es lo que realmente necesito.
· Reconocer estas inquietudes como oportunidades de cambio para esta Cuaresma.
Pautas de Reflexión:
Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?". Ellos le respondieron: "Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives? "Vengan y lo verán", les dijo. Juan 1:38-39
Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres".
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mat 16:23-24
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