domingo, 24 de abril de 2016

Podemos hacer la Obra de Jesús

Reunión del 23/04/16, El Señor prepara a sus discípulos (nos prepara) para recibir al Espíritu Santo:

San Juan 14:7-14

  • Nos hace ver, que sus Obras, no provienen de Él como persona sino como del Hijo de Dios.
  • Asimismo, la autoridad y fuerza de su Palabra, no son un discurso humano, son Palabras de Vida.
  • Si el discípulo no está atento, puede no darse cuenta, y asociar "algo bueno" que está sucediendo en su vida, con la acción de alguien o lo que es peor de algo. Así, se quedará sin saber que es Dios mismo quien está obrando, a través de alguien o de algún suceso.
  • Pasamos algunas horas de nuestro tiempo con el Señor, nunca las suficientes, y es imprescindible, que lo aprovechemos al máximo, teniendo en cuenta que estamos con Dios. Muchas veces mientras nos habla, estamos más atentos a la tela de araña de aquel rincón, o el arete que trajo una hermana a la reunión de comunidad.
  • Luego nos lamentamos de no conocerlo y pedimos más pruebas, más signos.
  • Como Felipe, nos puede la ansiedad, "resolvamos ahora, porqué tanto apronte y tanta preparación", muéstranos ya al Padre.
  • Qué torpeza, ninguno de nuestros sentidos, ni todos juntos tienen la capacidad de capturar su imagen y mucho menos su presencia. Ni siquiera a Moisés le fue permitido.
  • San Agustín, comentando la pregunta que el Señor le hace a Felipe "¿Crees que...?" explica que la contemplación es el premio de la fe, y por ella se prepara al discípulo de ser capaz de aquella (la contemplación)
  • Sin la preparación adecuada, seremos incapaces de acomodarnos a la acción del Espíritu Santo, no sabremos pasarle el control a Él y nos quedaremos en el conocimiento intelectual, el humano, que no está mal para el principio, pero si tenemos la posibilidad de tener un encuentro que puede cambiar nuestra vida, porqué no aprovecharlo.
  • Luego la promesa. Podremos hacer las Obras de Jesús, y aún mayores.
  • ¿De cuáles obras nos habla? ¿Será que nos engañó? No se nos da eso de andar resucitando muertos. ¿Es esa la obra de Jesús?
  • Claramente no. La Obra del Señor es hacer la voluntad del Padre, que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad.(Catecismo # 74)
  • Los milagros, que por cierto existen y debemos aspirar a ellos con confiado optimismo, no son un fin en sí mismos, sino un recurso para que, los que tenemos la vista nublada reconozcamos en ellos la acción de Dios.
  • Hoy la obra de Jesús continúa en cada uno de sus discípulos convocados y comprometidos en la Evangelización.
  • El Señor nos dará todos los recursos para realizar la tarea, siempre que lo pidamos en su Nombre, es decir en su esencia, en su personalidad en su propósito, en Quién es.
  • El mayor de estos recursos, que debemos pedir y con el que podremos contar es el Espíritu Santo, su Espíritu, es Dios mismo viviendo y actuando en dentro de nosotros, pero esto ya es tema para otra reunión.


Creer para Entender

Ayer (16/04) compartimos el pasaje del Evangelio según San Juan 6,6069, llegamos a las siguientes conclusiones:
  •  En muchas oportunidades, se nos presentan Enseñanzas difíciles de discernir, ya sea intelectualmente, o por medio de nuestros sentidos o emociones. 
  • Es imprescindible no dejar de resolver estas situaciones ya que el precio que se puede pagar por ello es muy alto, abandonar el Camino, quedarnos a un costado, dejar de seguir al Señor.
  • En efecto, estos conflictos espirituales no resueltos, pueden lleva a dudas de Fe, al enfriamiento, al desgano, al abandono y hasta la apostasía.
  • El Señor nos advierte que tratar de comprender humanamente las realidades espirituales es muy difícil, sólo el Espíritu Santo puede ayudarnos ("El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida")
  •  Muchas veces, por falta de experiencia o porque estamos acostumbrados a pasar todo por el cernidor de la razón, equivocamos el procedimiento.
  •  San Agustín, que intentó llegar hasta Dios, primero desde la filosofía y otras ciencias intelectuales, nos dejó un principio fundamental: Creer para Entender
  •  Cuando creemos en Jesús, en sus enseñanzas en su modelo de vida, todo se ilumina, todo se hace más fácil, todo resulta sencillo.
    Nos volvemos dóciles al Espíritu Santo que nos revela las verdades que se le ocultan a los sabios.
  •  Nada ni nadie nos obliga a seguir a Cristo, Él mismo nos dice que tenemos la puerta abierta para salir cuando queramos. El asunto es ¿y después qué?
     Salimos ¿y hacia dónde vamos? ¿Dónde encontraremos Palabra de Vida? ¿a quién iremos? ¿seremos los mismos que antes de conocerlo?
  •  Es bueno que nos revisemos con frecuencia para descubrir esos conflictos, dudas o cuestiones sin resolver, no sea cosa que se acumulen y se fortalezcan hasta un punto que cueste dominarlos y terminen resolviendo por nosotros.
  •  Qué bueno que las palabras de Pedro, también nos representen a nosotros, que seamos parte de aquellos que pueden decir: "Nosotros hemos creído y por eso sabemos que eres el Santo de Dios"

La obediencia del discípulo nunca es desfraudada

En la reunión de ayer, reflexionamos sobre el pasaje en San Juan 6:1621, y llegamos a las siguientes conclusiones:
  •  El Señor nos aleja del riesgo de mundanizar su propósito. Su reino no es material, sino integral. No se trata de perseguir los milagros del Señor sino al Señor de los milagros.
  •  La barca (que representa a la comunidad de la Iglesia) está expuesta a entrar en las tinieblas, a la falta de visión y de dirección, cuando pierde de vista a Jesús y busca arribar a buen puerto a puro esfuerzo humano.
  •  La obediencia del discípulo, nunca es defraudada, la mirada atenta y vigilante del Señor la acompaña.
  •  Cualquier servicio, ministerio, acción o cooperación con el Plan Divino, tiene que ser puesto bajo la supervisión de Dios.
  •  El Señor nos deja constancia de cómo actúa en estas situaciones
    • Se acerca a nosotros, no importa las circunstancias y los obstáculos humanos o materiales que se presenten, (camina sobre las aguas)
    • Calma las tempestades, es decir, nos da su Paz en medio de la tribulación.
    • Cuando lo incluimos en la misión  cuando lo invitamos a ser parte de nuestra comunidad, nuestro grupo, nuestra parroquia, nuestra misión o servicio  lo que parecía imposible, se hace posible  (una vez que subió a la barca, llegaron a tierra)
       
  • Estamos humanamente expuestos a olvidarnos muy rápidamente de los milagros que observamos y de las gracias que recibimos y ante las circunstancias adversas, el miedo nos bloquea.
  • El viene en nuestra ayuda, nos recuerda que es Dios (Yo soy) y nos dice que no temamos. Nos da la garantía de que si Él lo permite, podemos confiar, que así lo veamos o no, el propósito es bueno. Es su voluntad, la que es "buena, agradable y perfecta".
     
  • Necesitamos que la Luz de Cristo nos ilumine para que no se nos ciegue la mente, para lo cual es muy importante estar atentos a su Palabra, escucharla frecuentemente y meditarla.


domingo, 3 de abril de 2016

Obras constantes

En la reunión del pasado sábado 02/04/2016 reflexionamos sobre la primera lectura del día: Hechos 4:13-21.

Las conclusiones a las que nos llevó el ES, fueron:
  • Personas con poca dialéctica y sin formación académica, dejándose utilizar por el Espíritu Santo, pueden llegar a conmover a los más letrados y más poderosos.
  • Más que los discursos, las obras de la fe, son las que dan el mejor testimonio y la que al final terminan de convencer a los incrédulos.
  • Los milagros son obras evidentes, pero los cambios que el camino de la fe produce en nuestras vidas, son obras constantes.
  • Es necesario obedecer a Dios antes que al mundo, más allá de las presiones, más allá de las burlas, más allá de los temores.
  • El que tuvo un encuentro personal con Cristo, difícilmente pueda contenerse de hablar de ello, sobre todo con los que más aprecia, su familia, sus amigos, sus afectos en general.
  • Cualquier acción que hagamos como cristianos, cualquier servicio, por grande o pequeña que sea, tiene un sólo crédito, que el "pueblo" alabe a Dios por ello.