sábado, 28 de mayo de 2011

El Espíritu Santo, facilitador

Uno de los principales objetivos que nos marcamos cuando recibimos la gracia de poder servir como guías de esta comunidad carismática, fue: ‘que cada uno de los que la integramos, logremos tener una relación, íntima, personal y permanente con Jesús Resucitado.

Es buena cosa, revisarnos periódicamente a la luz de ese objetivo, porque como lo decimos reiteradamente, lo que está en juego, entre otros aspectos muy importantes, es también nuestra calidad de vida.

Sabido es que con Jesús, nos encontramos en la eucaristía, en la meditación de la Palabra, en la oración, en el sacramento de la reconciliación. Momentos imprescindibles en nuestra vida cristiana. Pero ¿cómo hacer para que esos encuentros, se transformen en una ‘relación permanente’?

Encontramos en las primeras comunidades cristiana, preocupaciones similares, y en el Evangelio de Juan, palabras de Jesús mismo, dándonos respuestas a preguntas que nos planteamos dos mil años después. Aquellas comunidades, que lo habían tenido presente, había convivido con ellos, y ahora ya no estaba porque había vuelto al Padre, cómo harían para conservarlo. Reflexionemos en Juan 14:15-27
Objetivo de la reunión:
Encontrar en las palabras de Jesús, las recomendaciones para tenerle siempre presente en nuestras vidas:
·         La relación con Cristo se basa en el amor recíproco, y se manifiesta de nuestra parte, en la obediencia a ese amor. (15)
·         Como consecuencia de esa práctica de amor, el Padre enviará – en el sentido de misión – a alguien que nos va a facilitar vivir de este modo, el Paráclito, un vicario del ‘ayudador’ primero. (16)
·         El Espíritu Santo, puede habitar en dentro de nosotros, gracias al amor recíproco en Cristo. Ese amor que el mundo no conoce (17)
·         El Padre y el Hijo, habitan en nosotros en la esencia del Espíritu Santo, que a su vez, facilita, que nos mantengamos en el amor-obediencia (23)
·         El Ayudador, nos enseña y nos recuerda, la vigencia y la constancia del cumplimiento del amor-mandato, facilitándonos la obediencia. (26)
·         La consecuencia para nuestras vidas, de la presencia de Cristo en ellas, es algo que en el mundo no se puede encontrar. Que no lo puede dar porque no lo tiene. Que cuando más lo busca por caminos equivocados, más se aleja de ello. La consecuencia es la Paz de Cristo, que sólo en Él se haya y que su Vicario nos facilita. (27)
Pautas de Reflexión:

Resulta que todos los mandamientos surgen del amor, que todos los preceptos son sólo uno, y cuyo único fundamento es la caridad. Las ramas de un árbol brotan de la misma raíz: así todas las virtudes nacen sólo de la caridad.

La rama de una buena obra, no permanece vigorosa, si se separa de la raíz de la caridad. Por lo tanto, los mandamientos del Señor son numerosos, y al mismo tiempo son uno - múltiple por la diversidad de las obras, uno en la raíz del amor. ¿Cómo mantener este amor?

El mismo Señor nos lo da a entender: en la mayoría de los preceptos de su Evangelio, ordena a sus amigos que se amen en Él, y que amen a sus enemigos por Él.

San Gregorio Magno (v. 540-604), Papa y doctor de la Iglesia

viernes, 13 de mayo de 2011

El otro Felipe

Estamos a escasos treinta días de la fiesta de Pentecostés y va siendo hora que nos vayamos preparando para este acontecimiento, que tanto significa para nuestra comunidad carismática.
La semana pasada reflexionábamos en la respuesta de Felipe (el apóstol) cuando su fe fue tentada y leíamos cuán magro había resultado subordinarla a la razón.
La propuesta para esta reunión es analizar las actitudes de otro Felipe (el diácono).
Este Felipe, perseguido por los enemigos de los cristianos, herido por la terrible muerte de su compañero Esteban, dispersado, nos da una lección de disposición al Espíritu desde la narración de Lucas en Hechos (8:26-40)
Objetivo de la reunión:
Reconocer los frutos de la obediencia al Espíritu Santo:
·         Nos mueve de nuestras perezas y nos pone en acción. (Levántate)
·         Nos infunde el valor de andar en áreas desconocidas e inciertas (desierto)
·         Nos acerca hasta aquellos que otros discriminan (eunuco)
·         Nos instruye en la forma que tenemos que acercarnos (junto al carro)
·         Nos motiva a iluminar (¿Comprendes lo que estás leyendo?)
·         Nos transforma en evangelizadores (le anunció la Buena Noticia de Jesús)
·         Nos ayuda a integrar a otros a la comunidad (Felipe lo bautizó)
·         Nos alienta a no quedarnos con un primer logro y nos impulsa a nuevos desafíos (el Espíritu del Señor, arrebató a Felipe… y en todas las ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia)
Pautas de Reflexión:
El Ángel del Señor dijo a Felipe: "Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto". Él se levantó y partió.
Un eunuco etíope, ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, había ido en peregrinación a Jerusalén y se volvía, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías.
El Espíritu Santo dijo a Felipe: "Acércate y camina junto a su carro". Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta Isaías, le preguntó: "¿Comprendes lo que estás leyendo?
El respondió: "¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?". Entonces le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
El etíope preguntó a Felipe: "Dime, por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí mismo o de algún otro? Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús.
Siguiendo su camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: "Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?  Y ordenó que detuvieran el carro; ambos descendieron hasta el agua, y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor, arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más, pero seguía gozoso su camino.
Felipe se encontró en Azoto, y en todas las ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó a Cesarea.

sábado, 7 de mayo de 2011

¿Felipe o Andrés?

Muchas veces los discípulos nos vemos enfrentados a tomar decisiones o a emprender acciones en circunstancias de total incertidumbre, o lo que es peor, ante datos que la realidad nos muestra como situaciones imposibles de resolver, humanamente.
Así les sucedió a los primeros discípulos, en el episodio que conocemos como la ‘Multiplicación de los peces y los panes’, cuando el Señor les ordena que le den de comer a cinco mil hombres, sus mujeres y sus niños.
Es en esas circunstancias cuando nuestra fe es tentada. La podemos subordinar a nuestra razón como el apóstol Felipe, quitándole la posibilidad a Cristo de que sea Él quien resuelva o podemos poner a su disposición lo poquitos recursos que tenemos, como lo hizo el apóstol Andrés.
De nuestra actitud dependerá que el milagro se realice.
Objetivo de la reunión:
·         Reconocer que nuestra fe es pasible de ser probada.
·         Entender que del resultado de esa prueba, pueden depender otras personas.
·         Reconocer que por escasos o limitados que sean nuestros recursos, en las manos de Jesús pueden dar fruto  al 1000:1
·         Aprender a someter cada situación que se nos presenta a la voluntad de Cristo y a la Providencia de Dios
Pautas de Reflexión:

Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos".
Pero Jesús les dijo: "No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos".
Ellos respondieron: "Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados".
"Tráiganmelos aquí", les dijo. Mat 14:16-18
‘…dijo a Felipe: "¿Dónde compraremos pan para darles de comer? Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: "Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan"
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?
Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Juan 6:7-11
Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo se realiza el designio del Señor. Pro 19:21