viernes, 29 de agosto de 2008

El Discípulo, y el Escándalo

Introducción:

A medida que vamos madurando espiritualmente y fortaleciendo nuestra doble condición de: ‘Discípulos y Misioneros de Cristo’ es necesario, que vayamos abordando temas cada vez más comprometidos. Escuchar las mismas cosas que los primeros discípulos escucharon y obrar en consecuencia.

Dentro de las advertencias que el Señor nos hace, hay una, en la cual pone mucho énfasis, y la encontramos en Lucas 17:1-2:

Dijo Jesús a sus discípulos: "Es imposible que no haya escándalos y caídas, pero ¡pobre del que hace caer a los demás!" Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños’

Pidámosle discernimiento al Espíritu Santo, y humildad para entender lo que el Señor nos quiere decir en este pasaje.

Desarrollo

Definamos ‘Escándalo’ con la ayuda del Catecismo:

2284 El escándalo es la actitud o el comportamiento que llevan a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave, si por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.

Cita ejemplos de la vida diaria:

¿Puede el escándalo ser agravado por alguna condición en particular?

2285 El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o de la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: "al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt 18,6; cf 1 Co 8,10–13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a los otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7,15).

Cita ejemplos

¿Puede la ley o las costumbres del hombre ser causa de escándalo?

2286 El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión. Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a "condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos" (Pío XII, discurso 1 Junio 1941). Lo mismo ha de decirse de los empresarios que imponen procedimientos que incitan al fraude, de los educadores que "exasperan" a sus alumnos (cf Ef 6,4; Col 3,21), o los que, manipulando la opinión pública, la desvían de los valores morales.

2287 El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastran a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. "Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!" (Lc 17,1).

Cita ejemplos:

Aplicación

Una vez más, habremos de crecer, en la medida que nos examinemos con afán crítico para ‘querer ver’ lo malo que está ocurriendo con nosotros y necesita ser cambiado. Habremos de madurar en la medida de que no terminemos esta reflexión diciendo - qué suerte que yo no soy así - . Porque si nos analizamos con humildad y con verdadero propósito de ser ‘LOS AGENTES DE CAMBIO’ que Jesús está formando en nosotros, sin duda vamos a estar en falta. Pero si miramos para el costado, vamos a entrar en aquel grupo de los que Cristo decía, ‘porque teniendo oídos no oyen’.

Recuerda, ‘El escándalo constituye una falta grave, si por acción u omisión’ es decir, no alcanza con poner cara de ‘yo no fui’, muchas veces ha de ser necesaria la acción. Jesús nos ordena: Mat 10:27 ‘Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas’

Sabrás si la Palabra no está siendo demasiado dura para ti, cuando entiendas:

  • Que si haces entrar en ira a otro en una discusión, estás escandalizando.
  • Que si prestas tus oídos cuando alguien está juzgando a un tercero (chusmeando), estás escandalizando.
  • Que cuando te enganchas en la corriente de la moda, de llamar ‘bien’ a lo que Dios dice que está mal, estás escandalizando.
  • Que cuando le llamas ‘derechos’ a lo que el Señor le llama ‘pecados’ estás escandalizando.
  • Que cuando invitas a tu hermano, a compartir: pornografía, o espectáculos que exalten; el adulterio, la drogadicción, la violencia, la venganza, la falta de pudor, la homosexualidad, el erotismo por sí mismo, cuando lo estés invitando a ser un ‘poquito transgresor’ estás escandalizando.
  • Que cuando accedes en tu empleo, a la estafa, la corrupción, las prácticas desleales, el ventajismo, y lo haces, sin por lo menos, expresar tu disconformidad, estás escandalizando.
  • Que cuando accedes a que tu partido político o tu grupo social o gremial o cualquier otro grupo al que pertenezcas, fomenten, impulsen o induzcan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a "condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos", y lo haces sin decir que está mal, gritándolo desde las azoteas de las casas, entonces: estás escandalizando.

Sin duda, si alguno de nosotros está libre en parte o en todo de los factores citados y cualquiera de los que tú hayas agregado a la lista.

Lo importante es saber cuán lejos estamos del camino y buscar afanosamente, recuperar el paso y encontrar la dirección correcta. En oración pregúntale ¿Qué debo hacer Señor?

sábado, 23 de agosto de 2008

El Discípulo, un pastor

Introducción:
En la vida de un discípulo de Cristo, siempre debe estar activa alguna de estas acciones:
GANAR – FORMAR – ENVIAR, cuando no las tres al mismo tiempo.
GANAR: Almas para Cristo – yendo a buscarlas donde el Señor nos indique. (‘vayan y hagan más discípulos míos’…)


FORMAR: Transmitirles lo que hemos aprendido de nuestro Maestro, capacitarles (…’Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado’)


ENVIAR: Motivar a quienes han sido ganados para Cristo y formados en sus enseñanzas para que a su vez ellos vayan por otros, y el ciclo vuelva a comenzar, sin que nunca finalice.
Cuando esa tarea, se detiene, cuando el discípulo se descansa, hacemos que Papito Dios se enoje, y tenga que tomar Él mismo la iniciativa, hacer nuestro trabajo.
Desarrollo
Con mucha humildad y responsabilidad, pidámosle discernimiento al Espíritu Santo, para que nos ayude a reflexionar sobre la siguiente amonestación, que el calendario litúrgico nos ha propuesto para el miércoles 20 agosto 2008: Libro de Ezequiel 34,1-11
Lee la Palabra, déjate interpelar por ella y ve si en tu corazón se siente ardor, luego continúa:
Nos tomaremos la libertad de sustituir parte del texto, para adaptarlo a nuestra actualidad y circunstancias, para no equivocarnos y pensar que esto no es para nosotros, que se refiere a líderes muy encumbrados.
Lejos de eso, cualquiera que haya recibido la gracia de Dios, es responsable por la vida de aquellos que habiéndoseles sido ofrecida, no la entendieron y la dejaron pasar.
2 «Hijo de hombre, predícale a los discípulos. Predica y dales este mensaje a los discípulos. Así dice el Señor Dios: “¡Oigan, discípulos, que sólo se han estado cuidando a sí mismos! ¿No se supone que los discípulos cuidan el rebaño?

3 ¡Ustedes se sirven de las bendiciones de ser discípulo, pero no cuidan el rebaño!

4 No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la que está herida. No van a traer a la que se descarría ni buscan a las perdidas, ¡sino que abusan de su condición y las critican!

5 Las han dispersado sin guías así que ellas se han convertido en presa del pecado y la corrupción.

6 Mis ovejas andan descarriadas por el mundo. Han sido dispersadas por toda la faz de la tierra, y nadie las ha ido a buscar.

7 »”Así que, discípulos, escuchen este mensaje del Señor:

8 Juro por mí mismo que ustedes, discípulos, serán castigados por haber tomado el discipulado para satisfacción personal, por dejarlas sin guía a merced del pecado y la corrupción, por ni siquiera haber tratado de ir a buscarlas, por ignorarlas y por cuidarse sólo a sí mismos.

9 Por lo tanto, discípulos, escuchen este mensaje.

10 Así dice el Señor Dios: ¡Miren, estoy contra esos discípulos y les demandaré mis ovejas! ¡Los echaré, no los dejaré guiar mis ovejas nunca más! Rescataré mis ovejas de sus fauces, y los discípulos ya no se beneficiarán de serlo”.

11 »Porque así dice el Señor Dios: “¡Yo mismo iré a buscar a mis ovejas!

Aplicación
¿Ahora sí te ardió el corazón? Es natural, para eso has sido convocado por la gracia divina y del mismo modo que recibiste debes dar.
Cada cual a su medida, cada cual en su lugar, cada cual sembrando en la parcela que le ha tocado, sirviendo con alegría.
Dice Pedro en su primera epístola universal: Cada uno de ustedes recibió un don espiritual que debe ser utilizado para servir a los demás. Así serán buenos administradores del generoso amor que Dios les ha dado en tantas formas. 1Pe 4:10


En esto no hay medias tintas, o se es pastor o se es oveja – descartando por supuesto que se sea lobo. Pero si estás leyendo esto, no te engañes, eres pastor.
En la amonestación que el Señor nos hace a través de su profeta Ezequiel, ni siquiera nos está hablando de nuevas ovejas, ni siquiera nos está proponiendo el reto de la evangelización, nos está hablando de quienes formaron parte de su Iglesia y se han dispersado.
Nos está hablando de las ovejas que tuvo que quitar del rebaño católico para llevarlas al rebaño evangélico. Nos está hablando de las ovejas que fueron capturadas por las sectas y de aquellas que se escaparon del redil y andan errantes en el valle de la nada espiritual.
Sin duda, conoces muchas de esas personas. En oración pídele ¿Qué debo hacer Señor? para irlas a buscar, para ayudarlas a volver, para fortalecer a la oveja débil en su voluntad, cuidar de la enferma de pecado, curar a la que está herida de desesperanza.
Que la Misericordia te lleve por aquellas, que impacientes, dejaron de luchar porque no pudieron esperar los tiempos de Dios y se sintieron defraudadas por el milagro que no llegó en el momento exigido.
Pero que te lleve aún más por aquellas otras, que luego de encontrar lo que buscaban, se fueron satisfechas, sin siquiera dar las gracias.
Cristo, el Buen Pastor, guiará tus pasos, no temas ni desmayes.

viernes, 15 de agosto de 2008

El Discípulo, un comunicador

Introducción:
Una de las tantas competencias, habilidades, capacidades, o como convenga mejor llamarla, de las que debe disponer un Discípulo y Misionero de Cristo, es la de la COMUNICACIÓN.
Como tantas otras habilidades, esta se aprende de una sola forma, PRACTICANDO.
El mejor ámbito para practicar la Comunicación, es el de nuestro ambiente familiar, con los que más queremos, con los que más confianza tenemos, y a los que paradójicamente, más herimos con nuestras palabras.
Es por eso, que la propuesta para esta reflexión, es que con la ayuda del Espíritu Santo, reflexionemos con sinceridad y sin vergüenza cómo está nuestra nota en esta materia.
Desarrollo
La comunicación es muy diferente de la conversación; la comunicación es poner en común lo más valioso: es profunda, comprometedora, hace correr riesgos. Es fácil conversar, es muy difícil comunicarse de verdad. Pero la comunicación verdadera enriquece; la simple conversación sólo entretiene.

Esta es la diferencia fundamental si miramos el resultado: una cosa es hacer pasar el tiempo, y otra es hacer sentir más feliz a la persona, entregarle las propias riquezas interiores, alimentando su amor.

Factores dificultan la comunicación:
1. Egocentrismo y narcisismo: me creo el ombligo del mundo.

2. Superficialidad: la superficialidad da como resultado diálogos insulsos

3. Cansancio: llego muy cansado de mi trabajo, no tengo ganas de hablar; sólo de sentarme y ver televisión.

4. Dedo acusador: ese creerme que yo soy el inocente y el otro es el culpable.

5. Piedra en el zapato: tu mal humor, impaciencia, tu manía de juzgar mal al otro.

6. Dejar meterse a la familia política: suegros, hermanos...

7. Ausentismo del papá: como siempre, papá no está.

8. La caída del héroe: sea por infidelidad, alcoholismo.

9. El no tener una meta. No tener cimientos, ni columnas, ni argamasa...ni los planos de la casa que queremos construir.
Consejos para vencer esas dificultades:
  1. El clima de intimidad para una comunicación se forma, se construye, no se improvisa. Menos aún se puede imponer. Toda presión asusta. Ningún caracol sale de su concha protectora si lo golpeamos o lo molestamos para que salga. Sólo sacará su cabeza si capta que no hay peligro ni amenaza de peligro. Así también la comunicación. Nadie se abre ni puede abrirse porque el otro le dice “ábrete”.
  1. No confundir ideas y sentimientos. El sentimiento expresa sólo “algo de uno”. La idea expresa algo del otro. Un ejemplo típico de autoengaño es éste: “siento que estás enojado...”. ¡No! No se puede sentir interiormente algo que está fuera de uno; está en ti el enojo, no en mí. Es algo tuyo, no lo puedo sentir yo, sólo lo veo, lo constato. No es que “siento”, sino que “veo” que estás enojado. ¿Y qué siento (en mi interior) al verte enojado? Siento rabia, pena, miedo, preocupación...Esto es mío, nace en mí. Por tanto, hay que tener cuidado de no confundir “siento” con “me doy cuenta”.
  1. Prestar atención a los conflictos para resolverlos cuando se llega a enojos. Cuando hablan los esposos de sus dificultades matrimoniales es muy común oír una expresión como ésta: “lo que provocó la crisis fue una tontería”
  1. Cultivar el milagro del diálogo: no basta quererse, hay que decirlo. El diálogo es para el amor lo que la sangre es para el cuerpo. Restablecer el diálogo puede devolver la vida a una relación muerta. Por eso se llama el milagro del diálogo
  1. Sobre todo, amar con amor generoso, sacrificado. No debemos quedarnos sólo en “no herir los sentimientos del otro”, pues aquí nos quedaríamos en el amor en su aspecto emotivo, amor emotivo. Es verdad que hay que atender a nuestros sentimientos íntimos, hay quedarles salida, darles un nombre, reconocerlos, para poder expresarlos: sentimientos de alegría o pena, temor o rabia, simpatía o antipatía, cercanía o rechazo, ternura o asco, hambre o frío...Hay que saber reconocerlos como “mensajes” que nos advierten que pasa algo en nosotros. Pero nuestro amor no puede quedarse en los sentimientos. Hay que ahondar en el amor generoso, donde hay olvido de sí y entrega sacrificada.
Dios no ha querido vivir en solitario. En Dios hay tres personas que viven en una comunidad de amor, armonía y unidad. Son tres personas pero forman una sola naturaleza divina. No hay entre esas tres personas competencia, rivalidad, celos, conflictos...pues las tres son una sola cosa: en poder, amor, perfección, etc. Esa riqueza de comunicación entre las tres personas, quisieron compartirla con alguien, y por eso, hicieron la Creación. La Creación es la profusión del amor de las divinas personas, para compartirlo con nosotros, los humanos. Sólo nosotros podemos abrirnos al amor que él nos ofrece.
Aquí está mi invitación para el cambio total, radical en nuestra comunicación humana y matrimonial. Si queremos que nuestra comunicación familiar progrese, prospere y sea profunda y fecunda, hay que ponernos a la sombra de Dios mediante la oración diaria, personal, primero, y familiar, después. Sólo así nuestra comunicación tendrá la hondura y la profundidad que Dios quiere. Es en la oración donde Dios llenará de contenidos nuestra vida, y de peso interior y de virtudes.
Tomado de un artículo de: P. Antonio Rivero
Aplicación
La mejor aplicación que podemos hacer de esta reflexión, no es pensar primero en aquellas cosas que tenemos que hacer, sino en aquellas que no tenemos que hacer. Justamente, cuando se trata de reflexionar sobre situaciones que se dan de a dos (o más) tendemos a buscar los defectos del otro en lugar de analizarnos para saber si en algo estamos fallando, por aquello de la ‘paja en el ojo ajeno’.
Aprender a comunicarnos es tan importante como el contenido de lo que vayamos a comunicar, por eso, si no podemos hacerlo sin herir, sin atacar, sin tratar de sacar provecho, si no hay en nuestra intención una verdadera entrega, un renunciar a nosotros mismos, un ‘devolver bien por mal cuando toque’, entonces acerquémonos confiadamente a preguntarle ¿Qué debo hacer Señor? que Él mismo, con su manera de comunicar, con su manera de actuar, nos va a en enseñar, lo que necesitamos aprender.
Analízate, y no pierdas la oportunidad de la oración comunitaria, para pedirle al Señor que te ayude a ser cada día mejor, también en este aspecto.
Recuerda que Él necesita que tú seas un COMUNICADOR EFECTIVO.